domingo, 17 de abril de 2011

Los colores de la montaña




En un campo de minas

Una zona selvática de Colombia, por donde circulan imponiendo su ley fuerzas paramilitares. Manuel, un niño de 9 años, no entiende política ni de guerras, él vive su vida en la escuela, con los amigos, jugando al fútbol. Su padre, permanentemente asustado por su precaria situación, pero que se niega a dejar su tierra, regala al chico un balón por su cumpleaños. Acaba cayendo en un terreno que se descubre minado. Y esa pelota que Manuel y sus amigos desean recuperar se convierte en poderoso símbolo de la situación en que viven los campesinos de la zona.
Carlos César Arbeláez entrega una poderosa película, a la que ayuda la mirada inocente de la infancia. Está claro que la idea del balón es un buen hallazgo, y de algún modo todo pivota alrededor de él. Pero el film sirve también para pintar a personas bienintencionadas como la maestra, que no puede evitar ser presas del pánico; se crea tensión con la idea de recuperar el balón; y hay apuntes humorísticos que ayudan a hacer el film más llevadero, tomando pie de la graciosa naturalidad del amigo miope y albino Pocaluz. Pese a la dureza de la narración, hay un canto a la amistad y a las relaciones paterno filiales. Y se evitan los caminos trillados del fatalismo, hay una nota esperanzada en la asumida madurez del niño protagonista.


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